Acabamos de celebrar la Semana Santa. Pasado el frío invernal, una vez más la naturaleza está brotando, creciendo, floreciendo y polinizando.
Es momento de pasar más tiempo al aire libre, pasear por el campo o caminar por el bosque y también de hacer más deporte.
Para hacer todo esto, compaginándolo con el trabajo, los estudios y las actividades diarias se necesita una buena dosis de energía vital.
Durante los cambios climáticos, de temperatura, humedad y de luz, típicas de esta estación, muchas personas pueden acusar síntomas de astenia primaveral como fatiga, agotamiento o, síntomas de alergia al polen: nariz tapada, ojos rojizos, picor, sinusitis, dolor de cabeza o ataques de asma.
Para evitar estos síntomas os aconsejamos hacer una puesta a punto de la columna y una dieta depurativa para limpiar el hígado y los riñones. La encontráis colgada en nuestra web: www.biovertixquiropractic.com
La mayoría de religiones incluyendo las cristianas, tienen tradiciones muy saludables. En preparación a la Semana Santa –o en sus respectivos períodos de ayuno- se acostumbra a hacer la tradicional limpieza a fondo de la casa, terraza o jardín. Al mismo tiempo, se hacían 40 días de dieta sin proteínas animales. Los tiempos han cambiado, nos hemos modernizado. Hoy en día, solo unos pocos respetan esta tradición. No obstante, el sentido común nos dice que es saludable y quizás más necesaria que nunca.
Comemos más proteínas animales que antaño; se trata de carne, jamón, fiambres, pescado, huevos y queso. Estos alimentos se metabolizan en el hígado que, además actúa como un filtro depurador de toxinas mientras que los riñones las excretan.
Si queremos que nuestro “vehículo” desarrolle más y consuma menos, hay que hacerle una puesta a punto. Es una buena idea limpiar los filtros y el tubo de escape y llevarlo al mecánico para alinear las ruedas y el chasis. Esto tiene mucho sentido. ¿No?
Por extraño que pueda parecer, los síntomas de astenia como agotamiento, irritabilidad o depresión y también de alergia: picor, irritación de los ojos y de las vías respiratorias, bronquitis, sinusitis, asma, dolor de cabeza, mareos, náusea, etc., pueden ser consecuencias de subluxaciones vertebrales.
La problemática primaveral
Todos los órganos y tejidos, incluidas las mucosas respiratorias, están controlados por el cerebro que se comunica a través de los nervios espinales.
La mayoría de las subluxaciones vertebrales se deben a las tensiones musculares producidas por posturas incorrectas: estar sentados muchas horas delante de la pantalla, en el coche, moto o avión. Al principio no suelen causar dolor. No obstante, interfieren con la transmisión de la señal nerviosa que se dirige a las mucosas nasales, de los ojos, boca, garganta o bronquios y favorece la inflamación y baja las defensas de las mucosas.
Evidentemente hay otros factores que producen la inflamación de estos tejidos. Uno de ellos es la dieta ácida. Según los científicos en el campo de la nutrición, para mantener un óptimo estado de salud, nuestra dieta debería consistir en aproximadamente 1/3 de proteína animal, carbohidratos y grasas y 2/3 de verduras y frutas.
Las proteínas animales (carnes, fiambres, lácteos, huevos, pescado) y los hidratos de carbono refinados (pan blanco, bollerías, helados, chucherías, etc.) tienden a acidificar la sangre mientras que las verduras, legumbres y las frutas contienen sales minerales neutralizantes.
El pH fisiológico de la sangre humana es aproximadamente 7, 36. Para mantener este pH, alcalino, deberíamos ingerir menos proteínas animales y más verduras. Una dieta demasiado proteica o demasiado ‘dulce’ tiende a acidificar la sangre. Cuando no ingerimos suficientes verduras y fruta, ricas en sales minerales orgánicas, el cuerpo recurre a las reservas de sales minerales almacenadas en los músculos y huesos. A medida que estas reservas bajan, aparecen calambres, rigidez, dolores musculares y aumenta la osteoporosis.
Respeto a la alcalinización del cuerpo, leí hace mucho tiempo que comer ajo iva muy bien, tanto como la miel, los cereales integrales, la fruta y el agua. Però, tambien se deverà andar con cuidado para no caer a una alcalidad que nos sea perjudicial? Entonces, si es así, tampoco se devería abusar mucho de estos alimentos alcalinos i tambien variar con una alimentació a base de alimentos acidificantes como lacteas, quesos, carnes, tés.. de manera que se pueda equilibrar el ph?
Apreciado Agustí, gracias por tu correo. Tu pregunta y comentarios demuestran sentido común y son muy de actualidad. Respecto a los alimentos alcalinos tienes razón. Para mantenerse sano se debe tener en cuenta el equilibrio fisiológico. La palabra equilibrio lo dice todo: ni demasiado ácido ni demasiado alcalino.
El ph fisiológico de la sangre humana es de 7,36, o sea ligeramente alcalino. Es absolutamente necesario que se mantenga este valor para mantenerse sano. Una variación de milésimas por debajo o por encima de 7,36 significa suele producir síntomas de dolor, calambres, cansancio, dermatitis, insomnio, irritabilidad, y, si perdura, enfermedades crónicas.
Para mantener este valor del ph necesitamos una dieta que consiste en 3/4 verdura alcalinizante y solo 1/4 proteínas animales (carne, pescado, lácteos, huevos) y hidratos de carbono (cereales, arroz azúcares -mejor no refinados-). Hay mucha información con respecto a la dieta alcalina pero no toda es correcta. Por ejemplo alimentos como los cítricos son acidas pero contienen muchas sales minerales y vitamina C y, al ingerirles – si no hay intolerancia – tienen un efecto alcalinizante. Por otro lado, es un error muy frecuente beber agua alcalina. Las sales contenidas en las aguas minerales alcalinas – naturales o tratadas- son sales inorgánicos tipo carbonatos, óxidos y/o sulfatos. Dichas sales, sobretodo los carbonatos suelen precipitar y pueden producir litiasis (piedras, arenilla) en los riñones o vesícula. Para evitar esto se recomienda agua ligeramente ácida ( ph 6,8-6,9). Al contrario de lo que afirman ciertas fuentes (libros, webs) se debería tratar el agua, no con sales alcalinas tipo bicarbonato sódico, sino que con un poco de vinagre de manzana o zumo de limón. Y, por último, respecto a las proteínas animales, hay que tener cuidado con los lácteos de tipo industrial (provenientes de vacas tratadas con antibióticos y hormonas, pasteurizados y homogenizados.) Es mejor evitarlos. Para saber más recomiendo el libro ‘La enzima prodigiosa’ del Dr. Hiromi Shinya También hay que evitar las carnes de animales criados con pienso industrial y el pescado de piscifactoría. Vale la pena invertir en comida ecológica de calidad, usar el sentido común y moderación. Si quieres nuestra recibir nuestra dieta alcalinizante puedes contactar con nuestra consulta a través de la web: http://www.biovertixquiropractic.com
Un saludo, Dra. Angela Olaru, DC, PhD