Dentro de pocas semanas estaremos en invierno. Para disfrutarlo necesitamos Salud.
Tener salud significa más que no tener dolores u otros síntomas. La buena salud conlleva tener energía vital abundante, buena disposición, ganas de moverse y de hacer deporte. Por ejemplo, practicar esquí o snow board, cuando estemos en la montaña de vacaciones o durante los fines de semana y caminar o hacer footing por el bosque o en el parque, o ir al gimnasio para hacer spinning, Pilates, pádel, natación, etc., mínimo 2-3 veces por semana, compaginando todo con el trabajo.
Esto significa tener una vida equilibrada. Tal y como dije en mi Tedx Talk hace dos años, en Peralada, la clave de la salud es el Equilibrio.
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Para tener salud, tenemos que equilibrar nuestra vida.
Por desgracia, muchos de los que necesitamos trabajar para ganarnos la vida tenemos dificultad en compaginar el trabajo con el ocio.
La mayoría de mis pacientes, jóvenes o de mediana edad, afirman no tener tiempo para integrar el deporte en su agenda diaria.
Su vida consiste solo en trabajar y en cumplir con deberes, relacionados con las actividades extraescolares de sus hijos, hacer compras indispensables y, en muchos casos, atender a sus padres mayores.
Para poder hacer todo esto duermen menos de 8 horas, comen rápido, lo que pueden, y corren, pero sólo mentalmente. Esto significa vivir en un continuo estado de alerta o de estrés. Es un ritmo de vida que promueve tensión muscular, aumento del ritmo cardiaco, de la glucosa y del cortisol.
Inevitablemente, a largo plazo, se produce una acumulación de substancias inflamatorias en el cuerpo que, empiezan a hacerse notar en forma de contracturas musculares y dolores articulares, dolor de pies, de espalda o de cabeza, malestar digestivo, insomnio, picores, etc.
Simplemente el cuerpo se queja, nos dice que necesitamos cambiar algunas cosas.
Cuando el dolor de cabeza, de espalda, de pies, un calambre, una molestia muscular, un mareo o algún otro síntoma, no pasa o se repite a menudo, nos preocupamos.
Solemos sentirnos víctimas y pensar que es injusto, que a pesar de todo lo que hayamos tomado y hecho… “he gastado una pasta y no me lo han quitado”.
La verdad es que los médicos y terapeutas intentan hacer, lo mejor que pueden con lo que tienen. Son un poco como los mecánicos de coches. Te pueden decir:
- Tu coche tiene unos cuantos kilómetros. Le tocaría una revisión.
Como no has hecho caso y además no has usado buen combustible y suficiente agua, ahora necesita reparaciones adicionales para que sea seguro y dure muchos años.
- Hay que dejar de usarlo un tiempo y el precio de nuestra mano de obra se incrementará.
Entonces algunos suelen enfadarse y buscan otro mecánico que les dé una solución más rápida y más económica.
Lógicamente el sufrimiento y los gastos adicionales se podrían haber evitado si hubiésemos usado el vehículo correctamente.
Puede que nunca nos hayan enseñado como se debería usar. Se supone que ‘el manual de instrucciones de uso’ es nuestro sentido común. Por desgracia, no siempre lo usamos.
La buena noticia es que el cuerpo humano, vehículo de nuestra mente y alma, es mucho más sabio y responde mucho mejor que cualquier coche.
Si lo empezamos a tratar bien y tenemos paciencia, perseverancia y un poco de fe en su poder de auto-curación, rápidamente notaremos una mejoría y recuperaremos el bienestar.
Las dolencias son una oportunidad
El cuerpo nos obliga a parar y pensar cómo podemos poner en nuestra agenda un poco de tiempo para nosotros, sin tener que sacrificar horas de sueño o el horario y la calidad de la comida.
Todos merecemos una vida equilibrada, dormir suficiente, poder hacer 5-10 minutos de gimnasia por la mañana, para empezar el día bien y también un poco de tiempo para poder movernos, hacer gimnasia, deportes, estiramientos, como mínimo 2-3 veces por semana. Esto vale para todos. La vida no dura para siempre. ¡Díselo también a tu jefe o jefa!
¿Quién es responsable de cómo gestionamos nuestras vidas?
Puede que, en base a ciertas creencias, heredadas o fomentadas por nuestro ambiente socio-cultural, hayamos elegido un estilo de vida que parecía o que creíamos que iba ser muy diferente y ahora estamos ‘atrapados’.
Esto es solo una ilusión, es una percepción muy subjetiva de la realidad, basada en creencias erróneas y limitativas, en la que el miedo y la culpa, los mandatos familiares y las expectativas, nos llevan a vivencias muy insatisfactorias.
Lo saben bien los que padecen enfermedades graves. Es frecuente que comenten que se arrepienten de haber tirado de su cuerpo y haberle exigido tantos sacrificios, sin piedad.
A menudo, las personas que superan estas graves enfermedades, llevan a cabo una reflexión profunda sobre sus creencias y valores, toman consciencia de las verdaderas prioridades y deciden retomar las riendas de sus vidas.
¿Por qué esperar a caer gravemente enfermos? Podríamos empezar a pensar en cómo podemos equilibrar nuestras vidas ahora.
¿Cómo y qué puedo cambiar en mi vida?
Empecemos por cuidar un poco nuestro cuerpo. En vez de quejarnos, sentirnos víctimas y maldecir las molestias, que nos frenan debemos reconocer que es nuestro mejor aliado.
Parecido a los automóviles, para funcionar bien, el cuerpo tiene una serie de necesidades básicas. Necesita combustible de calidad, oxígeno, agua y una dieta abundante en nutrientes y micronutrientes (vitaminas, minerales, enzimas, coenzimas, etc.) y sin contaminantes (pesticidas, herbicidas, aditivos y conservantes químicos).
También necesita un cierto período de descanso y puestas a punto periódicas.
Antes de las fiestas navideñas debemos dar un descanso a los órganos digestivos.
Primero habría que limpiar los filtros. Me refiero al hígado y los riñones. Lo más asequible y más a mano sería empezar por unos cambios dietéticos.
Os recomendamos nuevamente hacer nuestra dieta para desintoxicar el hígado: https://www.angelaolaru.com/?s=dieta+higado durante unos 3-4 días (Lógicamente hacerla un día es mejor que nada y dos días es mejor que uno).
Continuar haciendo nuestra dieta alcalinizante durante una o dos semanas: https://www.angelaolaru.com/?s=dieta+alcalinizante ). Tomar agua con zumo de limón entre comidas e infusiones digestivas después.
Para los que suelen comer rápido, masticando poco y, suelen tener problemas de hinchazón abdominal o estreñimiento, es recomendable evitar el trigo y otros cereales con gluten.
Aunque no se haya detectado una intolerancia al gluten, según parece, la gliadina, glucoproteína del trigo y otros cereales de la familia Triticum son muy difíciles de digerir y pueden dañar las vellosidades del intestino delgado acabando en inflamación de la mucosa, mala absorción y alteraciones inmunitarias.
También es recomendable hacer una revisión quiropráctica y puesta a punto de la columna.
Como ya sabemos, las tensiones musculares asimétricas debidas a posturas de trabajo, de estudio, de dormir, de conducir o de masticar incorrectamente, producen bloqueos o ‘subluxaciones’ vertebrales.
Cuando las vértebras están bloqueadas la comunicación del cerebro con los músculos, órganos y células del cuerpo es menos fluida y por consecuencia menos eficaz.
Esto disminuye nuestra energía vital. Aunque no haya dolor, empezamos a encontrarnos siempre cansados, ansiosos, confusos, irritables, dormir mal, tener malas digestiones y mal humor.
Tal vez necesitamos cambiar radicalmente el rumbo de nuestra vida.
Cuando, a pesar de todo, seguimos agotados, confusos y ‘atrapados’ debemos buscar más ayuda.
¿Quién me puede ayudar en ese caso?
Ante todo debemos aceptar que el rumbo de nuestra vida no es correcto y luego debemos tomar la decisión íntima de cambiarlo. Tal vez ayudaría hacer un retiro espiritual, practicar yoga, meditación o mindfulness. Es sabido que la meditación ayuda a aquietar la mente, nos ayuda a fijar la atención y aclara las ideas.
Por otro lado, podría ser útil buscar asesoramiento psicológico.
Nuestro equipo multidisciplinar cuenta con un psicólogo sanitario cuyo enfoque integrador, trabaja desde la identidad personal, la historia de vida, las formas de pensamiento y la autoestima, identificando los estados emocionales y mentales que estén bloqueando a la persona.
Con estos bloqueos, nos resulta imposible atender las demandas de la vida, del trabajo y cumplir nuestros objetivos personales. La sensación puede ser de insatisfacción, desánimo y frustración.
Es mucho más eficaz afrontar las dificultades y seguir un proceso personal que nos permita ver lo que hoy no podemos ver porque nuestra mente corre non-stop y estamos agotados.
En definitiva, nos puede ayudar a encontrar una solución viable para salir del propio ‘matrix’ mental. En lugar de seguir con el papel de víctima, hay que tomar la iniciativa.
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